Estimados  Hermanos en Cristo:

Un año más me dirijo a vosotros, para pediros que vivamos esta Semana Santa con el respeto, solemnidad y orgullo de ser hermanos en Cristo.

Este año los católicos celebramos la Fe, bonita palabra, encierra tanto sentimiento como nuestros corazones quieran. Con esa Fe que nos hace levantar por las mañanas para ponernos nuestra túnica y salir a procesionar, debemos mantenerla para que con esa Fe recibamos y vivamos cada acto procesional como algo íntimo y seguros de que nuestro Señor nos guiara en nuestro andar de cada día.

Doy las gracias a todos aquellos que durante estos años como Hermanos Mayor habéis estado a mi lado, sin dar nombres, no quisiera olvidarme de nadie. Quiero que sepáis que sin vuestro apoyo incondicional la labor que he desempeñado no hubiese sido posible. De todo corazón, gracias a todos, me tendréis a vuestro lado siempre.

Me vais a permitir que mis últimas palabras vayan dirigidas a mi gran e inolvidable amigo PASCUAL.

Pascual, amigo, hermano y confidente, te echo de menos, fuiste un pilar muy importante para mi andadura como Hermanos Mayor, tus consejos, palabras de aliento y enseñanzas se mantendrán vivos en mi corazón y mi recuerdo. Aunque no estés en presencia siempre seguirás procesionando en mi corazón.

Por último, me despido deseándoos que viváis esta Semana Santa con la ilusión que nos caracteriza a todos los componentes de nuestra Hermandad.

                                                                                                                                    Salvador Aliaga López